El centro histórico es el reflejo del pasado de Quito. El entorno colonial que dan las iglesias nos transborda a tiempos ancestrales que detrás de las bellas edificaciones guardan alegrías, tristezas, imposición y dolor. Dejando las cenizas del ayer hoy podemos disfrutar de su valor cultural, histórico y patrimonial.
Una de las que mas llama la atención es iglesia y convento de San Francisco reflejo de neoclasicismo ecuatoriano. Llena de leyendas y obras artísticas como esculturas y pinturas es considerada como la más interesante por su protagonismo. Está situada en medio del centro histórico de Quito en las calles Cuencas y Sucre 477. Es la construcción arquitectónica de mayor magnitud en Sudamérica; ocupa cuatro hectáreas y media.
La conforman: una grandiosa plaza la cuál lleva el mismo nombre, la adorna una pileta ubicada al costado izquierdo, la magnífica iglesia principal hecha de piedra construida en 1550 es la mayor edificación de mayor dimensión, la capilla de Sanbuenaaventura, La capilla de Cantuña y el convento de siete patios y un museo. El museo contruido en 1546 fue declarado como Basílica menor en 1963 por el Papa Juan XXIII
Las construcciones arquitectónicas como esta eran normalmente elaboradas por indígenas, partiendo de esto, el tradicional boca a boca quiteño dio paso a la leyenda de " El Atrio de Cantuña". Los narradores cuentan que Cantuña era el encargado de edificar la iglesia y no la termino en el tiempo estipulado, por lo cual hizo un pacto con el diablo. Cientos de diablillos terminaron la construcción en una noche. Al momento de ir el diablo por su paga (el alma del indígena) se dio cuenta que había sido engañado por que faltaba una piedra.
Una divertida manera de inspeccionar el ayer de la "Carita de Dios" es conocer las majestuosas iglesias que guardan arte, cultura e historia.
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